Los datos publicados recientemente por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) destacan el impacto continuo que la Emergencia de Salud Pública (PHE, por sus siglas en inglés) de COVID-19 está teniendo en los beneficiarios de Medicaid y el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP) y en la utilización de los servicios de salud. Los datos muestran que, desde marzo hasta octubre de 2020, los beneficiarios han renunciado a millones de consultas de atención primaria, preventiva y de salud mental debido a la PHE de COVID-19, en comparación con el mismo período en 2019. Aunque las tasas de utilización de algunos tratamientos se han recuperado a niveles previos a la pandemia, los servicios de salud mental muestran el repunte más lento.
Esta disminución en la utilización se produce en un momento en que la evidencia preliminar muestra que las condiciones de salud mental han empeorado en todo el país. La brecha en la utilización de servicios debido a la PHE, particularmente para los servicios de salud mental, puede tener un impacto sustancial en los resultados de salud a largo plazo. Los servicios de salud mental financiados por Medicaid y CHIP, además de los servicios primarios y preventivos, cubren a la mayoría de los niños, las personas que viven en la pobreza y las personas con necesidades especiales de atención médica. Medicaid y CHIP también cubren a millones de minorías raciales y étnicas.
La campaña nacional Vincular a los niños a una cobertura, una iniciativa nacional de alcance e inscripción con financiación en el marco de la Ley de Reautorización del Programa de Seguro Médico para Niños (CHIPRA, por sus siglas en inglés) y la Ley del Cuidado de Salud de Bajo Precio, ha lanzado recientemente una Iniciativa de salud mental, que incluye un video digital, materiales impresos y gráficos para redes sociales que promueven los servicios de salud mental, que están cubiertos por Medicaid y CHIP.
Datos destacados adicionales
Específicamente, los datos demuestran una disminución del 34% en la cantidad de servicios de salud mental utilizados por menores de 19 años, en comparación con el mismo período en 2019, y una disminución del 22% en la cantidad de servicios de salud mental utilizados por adultos de 19 a 64 años, en comparación con el mismo período en 2019. Esto se traduce en aproximadamente 14 millones menos de servicios de salud mental para niños y aproximadamente 12 millones menos de servicios de salud mental para adultos, para un total de casi 26 millones menos de servicios de salud mental utilizados en ambos grupos. De manera similar, aunque hay informes preliminares de un aumento de la mortalidad relacionada con las drogas debido a la PHE de COVID-19, la utilización de servicios para trastornos por uso de sustancias se redujo en 3.6 millones de servicios (13% de disminución) en comparación con el mismo período en 2019.
Es importante señalar que los datos muestran que las tasas de utilización de ciertos servicios primarios y preventivos para personas menores de 19 años se han recuperado a niveles previos a la pandemia o han comenzado a repuntar en muchas áreas del país. Si bien esta recuperación es alentadora, aún se deben brindar millones de servicios para compensar los que se perdieron entre marzo y octubre de 2020. Los datos preliminares de 2020 muestran 9% menos de vacunaciones infantiles para beneficiarios menores de dos años (1.8 millones de servicios), 21% menos de exámenes médicos para niños (4.6 millones de servicios) entre personas menores de 19 años y 39% menos de servicios dentales (11.4 millones de servicios) entre personas menores de 19 años en comparación con los niveles previos a la pandemia. Estos datos tienen en cuenta los aumentos en los servicios prestados a través de telesalud.
A lo largo de la pandemia, los CMS han animado a los estados a considerar las opciones de telesalud para combatir el COVID-19 y aumentar el acceso a la atención. Esta instantánea de datos actualizada muestra un marcado aumento en el número de servicios prestados a través de la telesalud en comparación con los años anteriores. El número de servicios prestados a través de la telesalud aumentó un 2,700% durante la PHE a casi 68 millones entre marzo y octubre de 2020. Sin embargo, este aumento no ha sido suficiente para compensar la disminución general de la utilización del servicio.
Para el tratamiento de COVID-19 y el uso de cuidados críticos, los hallazgos preliminares muestran que más de 1.2 millones de beneficiarios de Medicaid y CHIP recibieron tratamiento de COVID-19, y casi 124,000 fueron hospitalizados hasta octubre de 2020. A pesar de la variación significativa entre los estados con respecto a estos datos, los resultados preliminares sugieren que la tasa de tratamiento de COVID-19 aumenta con la edad. Además, Medicaid y CHIP pagaron casi 10 millones de pruebas COVID-19 o servicios relacionados con las pruebas, aunque estos datos no incluyen las pruebas proporcionadas sin cargo o cubiertas por otros programas de seguros, incluido Medicare.
Consulte el comunicado de prensa, la hoja de datos y el informe de datos para obtener información adicional.